Con criterio

Esta vez no se trata de un criterio estético ni de gusto: Ordenar los libros de una estantería según los dos criterios físicos más evidentes (altura y grosor).
En la imagen y de arriba a abajo: Libros sin criterio de ordenación deliberado, libros ordenados por su altura y libros ordenados por su grosor.

Conocí a una persona que ordenaba los libros en estanterías de autores vivos y estanterías de autores muertos. También es un criterio objetivo pero cambiar a un autor de estantería resultaba demasiado dramático.

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